Migración: luces y sombras

Migrar nos enfrenta a una mezcla intensa de emociones que van desde el miedo y la tristeza a la esperanza y a la expectativa de construir un futuro mejor.

Menteimpromptu

12/2/20241 min read

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Migración: Luces y sombras

Migrar nos enfrenta a una mezcla intensa de emociones que van desde el miedo y la tristeza a la esperanza y a la expectativa de construir un futuro mejor.

Estas emociones no se presentan una a una sino que se combinan produciendo confusión e inquietud.

La migración es un desafío sin importar si estamos solos o acompañados, significa lanzarnos a un mar desconocido en donde debemos nadar con fuerza y con constancia. Es enfrentarnos a retos diarios en un entorno que apenas conocemos.

Lo nuevo es emocionante pero también da miedo, sin importar en ocasiones que tan buena es una oportunidad es natural que nos genere estrés e incertidumbre y que nos planteemos continuamente preguntas sobre las decisiones que tomamos y sobre nuestro futuro.

¿Qué pasa cuando estos pensamientos se vuelven negativos? Entonces comenzamos a sentirnos inquietos todo el tiempo, nuestro humor cambia y nos ponemos tristes, nostálgicos o irritables. El día se empieza a hacer difícil, comenzamos a dudar que las cosas van a solucionarse, nos sentimos cansados, sin ánimos hasta empezar a tener problemas con nuestra familia y amigos.

¿Qué pasa cuando esto se alarga en el tiempo y lo que hacemos para solucionarlo no funciona? Es tiempo de buscar ayuda, de hablar sobre todo aquello que nos inquieta, de la tristeza por lo que dejamos atrás, de lo difícil que es llegar a un lugar nuevo con personas, culturas e idiomas diferentes a los nuestros.

Está bien no estar bien a veces, pero no está bien no estarlo todo el tiempo.

De los grandes desafíos salen las experiencias más enriquecedoras, sin embargo, todo depende de cómo lo manejemos y de reconocer que en algunas circunstancia no podemos solos y necesitamos de la escucha y del apoyo de otras personas.